jueves, 22 de septiembre de 2011
Tirando pa'lante.
Ya conocía el blog de Rafael porque él estuvo en Nebraska, como yo, y algunas de sus entradas me inspiraban. En algún momento de 2008 supe de la propuesta del libro y me apunté. Las primeras historias que leí eran muy bonitas, así que pensé que iba a poner la almendra amarga del aperitivo. Esa que te la comes y dices ¡aaaaaj, me ha tocado una amarga!. No es que todo lo que me pasó fue malo, que va, pero todos los platos tienen una almendra amarga por lo menos.
Lo de Japón fue el resultado de un shock brutal: estoy en mi paraíso particular y me echan, y no sé si podré volver alguna vez. Japón me rompió el corazón. Quemé todos mis libros de japonés al volver a España. Diablos. He tenido que comprar libros nuevos.
Lo de Londres fue a la vuelta de Japón. Fue como salir de una película de miedo en el cine y volver a casa una noche lluviosa, y entonces se pincha una rueda. Londres (era la segunda vez que vivía allí) fue el camino mojándome y maldiciendo hasta llegar a Oregon, otro paraíso (en el otro extremo, precisamente dando la cara a Japón, al otro lado del océano).
Ahora estoy en Boston. Si nos metemos en otro libro, lo cuento. Esa vez será bonito.
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